El martes 7 de septiembre El Salvador anunció que aceptaría el bitcoin como forma de pago nacional, convirtiéndose en el país pionero con respecto al uso de la criptomoneda. La ley había pasado en la Asamblea Legislativa de El Salvador en junio de este año tras haber sido propuesta por el presidente Nayib Bukele.
El presidente Bukele, declaró la adopción de la criptomoneda como moneda nacional, lo cual ha llamado la atención a un nivel internacional, ya que muchos ven este adoctrinamiento como un experimento sobre la estabilidad de la criptomoneda y lo que puede implicar para las democracias y clases sociales en todo el mundo.
El mismo día de la declaración del presidente Bukele, la criptomoneda demostró su volatilidad cuando bajó aproximadamente un 17 por ciento y luego se recuperó, llegando a los 46 mil setecientos cuarenta y nueve dólares en la industria del comercio el mismo día.
El anuncio fue recibido por manifestaciones por parte de los ciudadanos en El Salvador debido al miedo del aumento de la pobreza y corrupción, además de los problemas técnicos que muchas aplicaciones de criptomoneda experimentaron, como por ejemplo Chivo Wallet.
Aquellas personas que apoyan la ley dicen que la adopción de la criptomoneda como una forma legal de pago ayudará a los Salvadoreños a evitar las tarifas altas de las remesas, las cuales sumaron hasta seis millones de dólares el año pasado, de acuerdo con un reporte de CNN Business.
Los gobiernos y agencias en todo el mundo observan lo que ya muchos llaman “experimento” y como afectará a la economía y clases sociales en el país centroamericano. Mientras tanto, expertos ya están discutiendo los posibles riesgos que la criptomoneda como forma de pago puede implicar en términos del crimen.
Expertos han advertido a otros países que consideran adoptar esta práctica a abordarla con cautela debido a la inestabilidad que aún conlleva.